jueves, 25 de agosto de 2011

Este jueves un relato: Los ciegos también escriben


Doxa

A veces, dice, cree que aún puede ver; que si se concentra por un rato, tras la oscuridad de sus párpados, y cierra los ojos con fuerza antes de dormir, todo dejará de ser luz y sombras y el mundo será menos gris. O no.
Es como si se encontrara asintiendo desganadamente a ese monólogo aburrido que la gente demasiado optimista le repite todo el tiempo. Todo es cuestión de perspectiva. Y la suya, es un afán perdido entre la pupila y el nervio óptico.
Detenido entre ayer y hoy, sus ojos desenfocados se deslizan por la confusión de la mañana o el sinsabor velado de la tarde. Es igual. Su ritmo circadiano se ha perdido por completo.
Tal vez, algún día, consiga dejar de sentarse en silencio frente al televisor, como si esperara que sucediera algo de un momento a otro. Tal vez, algún día se convierta en otra alegoría.

* * *

Más escritos a ciegas en el blog de Gus.

22 comentarios:

Anónimo dijo...

ya estás unido a la ceguera de este jueves...te leo ya mañana...graciass por participarrr..
saludos.

Manuel dijo...

Nos hablas de esa discreta desesperación del invidente que no termina de asumir su situación. Efectivamente, no hay que hacer oidos a los inutilmente optimistas, pero siempre tienes que tener una meta que no sea el despertar de un mal sueño.
Un abrazo

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Me hago eco de las palabras de Manuel.
Sin perder la esperanza, pero tampoco negando la realidad.
Saludos.

Anónimo dijo...

es bello tu relato, sencillamente bello. ¿por qué? por que las frases que empleas son como adornos que lo que consiguen es acercarnos todo lo posible al hecho de no asumir la ceguera, nos acercas lo más posible, pues con palabras nunca se podrá describir la verdad completa de la realidad, aunque sí acercarnos mucho a ese 100 por cien de la ralidad...
medio beso.

Natàlia Tàrraco dijo...

Habrá que pasar por ello para sentir estas sensaciones, esta no aceptación, habrá que sentarse ante un tv apagado y comenzar a inventar la ceguera.
El optimismo, lo positivo de experimentar otros sentidos, et, et, serán tópicos o más bien son maneras de "verlo"
Reacción perfectamente entendible. sensible e intenso proceso en la piel y los ojos invidentes.

Un placer leerte, me alegra que estés en los jueves, besito.

Alfredo dijo...

Un relato exquisito. Un corto recorrido por esa particular cotidianidad, con sentimientos bien ubicados.

Es estimulante leerte.

Besos

casss dijo...

Me quedo entre dos luces, como tu texto. En realidad lo siento,más que entenderlo, pues creo que tiene una profundidad que va muy por debajo de la superficie que nos muestras... Y en ese sentir hasta el aburrimiento que provoca a veces el optimismo, me quedo pensando....

Cariños.

rosa_desastre dijo...

Un recorrido intimo por las luces y sombras que nos dibujan "los otros" El perfil hiriente de una realidad y el derecho de no aceptarla.
Un beso

Juan Carlos Celorio dijo...

¿Por qué Doxa?
Me gusta tu estilo, me parece muy personal.
El relato me gusta, muy bien contada esa sensacion de pérdida de visión.
El final, el recurso al milagro, ¿verdad?
Un beso

Mamaceci dijo...

Me conmueve la desesperación de este sujeto por intentar recordar ver. Cuando cierra los ojos con fuerza y pareciera que su mente le trae los objetos, pero es que los demás hacen que no se olvide de añorar la vista?, no le dejan olvidarse de su importancia.
Muy bueno tu relato, te mando un saludo

Primavera dijo...

Hay personas que no aceptan la nueva condicion que les cuesta asimilar la necesidad de ayuda para poder desenvolverse en una sociedad que anda ciega en todos los sentidos, donde se hace todo para personas con todos los sentidos, que no miran para aquellos que les falta alguna...terrible que esta sociedad no la hagamos para todos...
Saludo

Liwk dijo...

Gracias a todos por sus comentarios.
Doxa, opinión, viene de la perspectiva particular con la que el personaje del relato afronta (o no) su ceguera y de ese no-encontrarse-en-el-mundo momentáneo, en el que a veces nos sumimos en etapas difíciles de la vida.

San dijo...

Terrible desesperanza, triste no terminar de aceptar lo inevitable, aunque duro muy duro vivir un hecho así.
Un placer leer tu jueves.
Un beso.

Unknown dijo...

Hola Liwk!
Debe ser duro para aquel que alguna vrz tuvo visión acostumbrarse a la ceguera...
Por otro lado, los invidentes logran desarrollar otros sentidos, que normalmente los videntes dejamos de lado.
Un abrazo!

RoB

casss dijo...

Paso a desearte un felíz jueves.
Te dejo un beso.

Un par de neuronas... dijo...

Hombre, sobre el concepto de doxa en el ideario de pLatón hice yo una conferencia una vez ¿Sabes el tema del congreso? Fundamentalismo en la Antigüedad!

Gracias por venir, no sabía que estabas ahí! Beso y café. Te añado con mucho cariño.

Matices dijo...

Siempre es complicado aceptar que teniéndolo todo la luz se apagará. Estamos acostumbrados a "ver" y dominar desde la vista casi todos los aspectos de nuestra vida.

Ya estoy de vuelta y ando leyendo vuestros relatos...

Un beso

Anónimo dijo...

le manda cullons, liwk, tenía tu mail, y lo tengo,pero debí de guardarlo de aquella manera, es decir, a mí manera, es decir, que no lo encuentro, y eso es lo que tiene el ser un trazas como yo...en fin, aprovecho este espacio reservado para comentarios para invitarte a paricipar en el siguiente jueves...pues me ha dado por reunir a la gente que alguna vez escribió en ellos...te dejo el enlace y sobre lo que trata...
http://callejamoran.blogspot.com/2011/09/una-convocatoria-literariaeste-jueves_11.html


mil beso y disculpa por mis torpezas olvidadias..

Anónimo dijo...

gracias por aceptar la invitación para el jueves-sabado...mil beos.

Juan Carlos Celorio dijo...

Hola Liwk. Intente leer tus dos ultimas entradas y no pude.
De la última, "engrandeserse", sale una sola frase en el aviso de novedades.
Me gustaría leerlos íntegros. Un abrazo.

Lola Polo dijo...

Hola, Liwk. Muchas gracias, por pasarte por mi blog, y comentar mi relato

Un abrazo

Lola

Celia Álvarez Fresno dijo...

Ser invidente creo que es una de las peores situaciones por las que podemos pasar. De todas formas, es curioso que en general, todos se sientan felices con la situación y los encuentras con se varita blanca, canturreando, muy a menudo.
En fin... un relato lleno de sensibilidad..
Saludos