jueves, 25 de julio de 2013

Este jueves un relato: El Bosque


Noúmeno

Colapsará, eventualmente. Después de años o tal vez un par de siglos, la muerte llegará con un último cortejo de boscaje, danzando en picada a su alrededor. Con un suspiro terminal de notas vagabundas, en silencio, el árbol caerá. La corteza se confundirá entre la hojarasca y se será, desde entonces, una evocación insustancial de su anterior presencia, consumida ahora en el lecho del bosque. Nadie lo sabrá, puesto que nadie estará ahí para escucharlo; y, sin ironía alguna, se irá en secreto como una pregunta sin respuesta.

Colapsará, eventualmente, y no como ahora, con un hacha sofocando su garganta. Ni con un esfuerzo inútil por reparar sus ramas rotas y su savia derramada.

Colapsará eventualmente, y sus restos serán un vestigio callado en el bosque. No una reimpresión de bolsillo de la Crítica de la razón pura; perdido para siempre sin relevancia entre las hojas.  

Colapsará. Eventualmente. Después de años o tal vez un par de siglos.

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Otros bosques reforestados en el blog de Judith

jueves, 14 de marzo de 2013

Este jueves un relato: La mano





Sin aprender nunca las corrientes, ni las escuelas, los dedos susurran o desordenan, a veces calmos, a veces desesperadamente.

La mano también es así. Es un tratado de fe escondido detrás de un pentáculo. Un Caravaggio transmutado en un evento quiromántico urdido por los dioses.

A todos los niveles, en todas las dimensiones, las páginas ocultas, contenidas en una vía, se desperezan ante los ojos de augur de esas otras manos que sí pueden ver.

Así es el destino siempre.

Desarticulado.

Entretejido de buenaventura entre de las líneas de la mano.

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Más lecturas de mano en el blog de Dorotea