jueves, 25 de julio de 2013

Este jueves un relato: El Bosque


Noúmeno

Colapsará, eventualmente. Después de años o tal vez un par de siglos, la muerte llegará con un último cortejo de boscaje, danzando en picada a su alrededor. Con un suspiro terminal de notas vagabundas, en silencio, el árbol caerá. La corteza se confundirá entre la hojarasca y se será, desde entonces, una evocación insustancial de su anterior presencia, consumida ahora en el lecho del bosque. Nadie lo sabrá, puesto que nadie estará ahí para escucharlo; y, sin ironía alguna, se irá en secreto como una pregunta sin respuesta.

Colapsará, eventualmente, y no como ahora, con un hacha sofocando su garganta. Ni con un esfuerzo inútil por reparar sus ramas rotas y su savia derramada.

Colapsará eventualmente, y sus restos serán un vestigio callado en el bosque. No una reimpresión de bolsillo de la Crítica de la razón pura; perdido para siempre sin relevancia entre las hojas.  

Colapsará. Eventualmente. Después de años o tal vez un par de siglos.

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Otros bosques reforestados en el blog de Judith