Despertó de repente; y lentamente se despojó de los hilos que lo sostenían. Se dio cuenta, en ese momento, que sus manos le pertenecían, que su alma ya no tenía peso, que podía crear, pensar y caminar por sí mismo. Se había dado cuenta de que era realmente, un ser humano.
Aviso de redirección: Verónica tiene nuevo blog.
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Os traigo una buena noticia, Verónica Marsà, querida amiga bloggera a la
que muchos recordaréis por el blog CENSURA SIGLO XXI y los más antiguos
t...
Hace 2 años
1 comentario:
Y a veces sucede, que muchos andamos por la vida...justo como "Puppetman" en lugar de humanos..Saludos,
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