
"El roce de las personas en la calle Florida corroe sutilmente las mangas de los abrigos, el dorso de los guantes. El roce de 113.987 viajeros en trenes atestados que los sacuden y los frotan entre ellos a cada curva y a cada frenada, puede tener como resultado (por anulación de lo individual y acción del desgaste sobre el ente multitud) la anulación de cuatro unidades al cabo de veinte horas...es posible explicar el fenómeno por una especie de desgaste atómico previsible en las grandes multitudes." (Cortázar, 1960)
Para desaparecer, sólo es necesario desfasar un poco los dedos; lo suficiente para confundirlos entre otras manos, lo necesario para completar La Transferencia, para dejarse ir.