Lúgubremente, sabía que había llegado el fin. Calvos, desdentados e indescifrables, los trazos del tiempo comenzaron a repetirse con un halo de consumación. Tuve miedo. Incluso los muros, exánimes e inexistentes, parecían amedrentados por aquel estertor que presagiaba la muerte.
Aviso de redirección: Verónica tiene nuevo blog.
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Os traigo una buena noticia, Verónica Marsà, querida amiga bloggera a la
que muchos recordaréis por el blog CENSURA SIGLO XXI y los más antiguos
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Hace 2 años